El calabacín es una de las hortalizas que más se suele utilizar en la cocina, ya que su versatilidad y suave sabor hace que puedan consumirse de muchísimas maneras. Este alimento forma parte de la familia de las cucurbitáceas y su consumo es especialmente elevado en los países del Mediterráneo, además de en Holanda y América del Norte. A pesar de que la temporada alta de cultivo de calabacín suele ser en verano, lo cierto es que este alimento se puede consumir durante todo el año en recetas como ensaladas, cremas o asado en el horno.
Y es que no solo está delicioso, sino que introducirlo en la rutina de comidas diarias tiene grandes beneficios para el organismo como puede ser ayudar a reducir la hinchazón provocada por la retención de líquidos, mejorar la salud ocular o reducir los episodios de estreñimiento gracias a su elevado contenido en fibra.
Propiedades del calabacín
Una de las principales características del calabacín es que apenas tiene valor calórico, ya que un consumo de 100 gramos del producto tan solo contiene unas 16 calorías. Es decir, es un producto perfecto para aquellas personas que están siguiendo una dieta con el objetivo de bajar de peso.
Además, este alimento también destaca por su gran contenido agua, al mismo tiempo que no contiene prácticamente nada de grasa. El calabacín también es una importante fuente de fibra, especialmente importante para aquellas personas que sufren de episodios de estreñimiento, así como de vitaminas del grupo A, B y C.
En cuanto a los nutrientes que se pueden encontrar en el calabacín, destacan el ácido fólico, así como minerales como el calcio, el potasio, el fósforo o el sodio. Por último, no hay que dejar de señalar que este producto es especialmente recomendable en la dieta diaria por su aporte de fitonutrientes como la luteína o la zeaxantina y que forman parte de los llamados carotenos.
Beneficios de consumir calabacín
El introducir esta hortaliza en la dieta diaria tiene múltiples beneficios, siendo algunos de los más importantes los siguientes:
- Ayuda a controlar la presión arterial gracias a su contenido en potasio, lo que se traduce en que reduce la posibilidad de desarrollar ciertas enfermedades relacionadas con el sistema cardiovascular.
- Retrasa el envejecimiento de la piel al mantener la dermis sana y libre de radicales, especialmente por su aporte de vitamina A y antioxidantes. Además, también ayuda a limpiarla de toxinas y a reducir la aparición del molesto acné.
- Ayuda en la pérdida de peso por varias razones entre las que se encuentra su bajo valor calórico, así como de grasa y proteínas. Por el contrario, contiene una gran cantidad de agua y de fibra, siendo ésta última importante debido a que ayuda a producir un mayor efecto saciante que evita la tentación de picar entre horas.
- Al ser una fuente notable de fibra, el calabacín también absorbe el exceso de azúcar y de grasa, cuidando así el corazón. En esto también influye el hecho de que este alimento tenga un alto contenido en potasio, así como bajos niveles de sodio, lo que lo convierte en el ingrediente ideal para personas que sufren de hipertensión o un exceso de colesterol. Por último, sus antioxidantes estimulan el buen funcionamiento de los glóbulos para así reducir la presión arterial y evitar una posible obstrucción de las arterias, controlando también el nivel de colesterol en sangre.
- Su contenido en ácidos grasos Omega 3 y en carotenos hace que el calabacín prevenga la aparición de enfermedades como la gota al eliminar el exceso de ácido úrico almacenado en el organismo.
- Es esencial para el buen mantenimiento de la vista, en especial por su alto valor en carotenos como la luteína o la zeaxantina. Además, el calabacín al igual que el pepino también tiene la propiedades de ayudar a reducir la hinchazón de los ojos y de las bolsas poniendo una rodaja de calabacín fresco encima de cada ojo.
- Ayuda al buen mantenimiento de los huesos por su contenido en minerales como el calcio, el fósforo o el magnesio.
- El calabacín contiene un tipo de fibra soluble conocida como mucílago que ayuda al crecimiento de la flora intestinal, así como a proteger la muscosa que reviste el interior del intestino. Además, la fibra también ayuda a tener un tránsito intestinal regular y a reducir los efectos de afecciones como la gastroenteritis o el estreñimiento.
- Mejora el sistema inmunitario y el sistema nervioso gracias a su contenido en ácido fólico, haciendo que los niveles de estrés y de ansiedad se reduzcan.
- El consumo habitual de calabacín hace que el pelo se fortalezca y los daños vayan desapareciendo, haciendo que crezca mucho más brillante y nutrido.
- Otra de sus propiedades es la de reducir la hinchazón provocada por la retención de líquidos gracias a su alto contenido potasio que favorece el efecto diurético y su alto contenido en agua, esencial también para tratar de disminuir los efectos de la celulitis sobre la piel.
Cómo consumir el calabacín
A la hora de utilizar el calabacín en alguna receta, lo más recomendable es no quitarle la piel para que éste conserve todas sus propiedades y beneficios. Además, también hay que tener en cuenta que cuando se cuece buena parte de sus vitaminas se quedan en el agua, por lo que lo mejor es conservarla para preparar una sopa o una crema. Y es que estas cremas son de lo más versátiles, ya que se pueden tomar calientes en invierno y templadas en verano.
Actualmente se pueden encontrar muchas recetas de purés de calabacín cuya textura cremosa y su suave sabor hace que a los más pequeños de la casa les encanten, sobre todo cuando se acompaña de un poco de queso. Pero, además de preparar el calabacín en forma de crema, éste también puede comerse crudo en una ensalada, ya sea rallándolo o cortándolo en pequeños trozos.
Y si tienes una velada especial con amigos puedes cortarlo en juliana y servirlo junto a una salsa en forma de crudité. Aunque también cocinado con un poco de especias está para chuparse los dedos y es el acompañamiento perfecto de cualquier tipo de carne o pescado, ya sea hecho en el horno o a la plancha en la sartén.