Pescado blanco: beneficios y propiedades

Muchos son los expertos que diferencian dos grandes grupos cuando se habla de pescado: el pescado azul y el pescado blanco. Ambos tienen muchas diferencias en sus propiedades, aportando cada uno de ellos beneficios distintos para el organismo. Un grupo no es mejor que otro, sino que hay que adaptar el consumo de cada uno de ellos a las circunstancias personales de cada uno. En el caso del pescado blando se trata de un producto que destaca por su gran contenido en proteínas de alta calidad biológica, así como de vitaminas y minerales. Además, es un alimento de lo más fácil de digerir y que en la cocina se puede preparar de muchas maneras gracias a la versatilidad que ofrece. La dorada, el besugo o la merluza deben ser una constante en cualquier dieta sana y equilibrada, y si quieres saber porqué te lo contamos a continuación.

Propiedades del pescado blanco

Uno de los aspectos más relevantes de estos pescados es que apenas aportan valor calórico, ya que éste puede variar entre las 60 calorías y 120 calorías dependiendo del tipo de pescado. Por ejemplo, 100 gramos de merluza tan solo contienen 64 calorías, mientras que la misma cantidad de pescadilla cuenta con 116 calorías. Es decir, se trata de un ingrediente perfecto para aquellas personas que están siguiendo una dieta para bajar de peso o para aquellos días en los que se quiere optar por una comida o cena ligera que no llene demasiado el estómago. Por otra parte, el pescado blanco tampoco tiene nada de hidratos de carbono -menos de un 1%-, ya que hasta el 80% del mismo está formado por agua.

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Lo mismo ocurre con sus niveles de grasa, que apenas llegan al 2% y que está constituida por 'grasas saludables' en forma de ácidos grasos Omega-3 y Omega-6, aportando ambos múltiples beneficios al organismo. Pero las propiedades del pescado blando no terminan aquí, sino que dentro de su valor nutricional hay que destacar su alto contenido en proteínas, siendo uno de los alimentos que más destacan en este aspecto. Además, consumir merluza, rape, mero, bacalao u otro tipo de pescado blanco también aporta una gran cantidad de vitaminas al cuerpo. En este sentido destacan las vitaminas del grupo B, aunque también hay presencia de aquellas del grupo A y E. En lo que se refiere a los minerales, el fósforo, el calcio, el hierro y el cobre son algunos de los que más destacan, con los consiguientes beneficios que estos aportan al organismo.

Beneficios del pescado blanco

El consumo de cualquier tipo de pescado blanco tiene un impacto de lo más positivo en el organismo, tanto es así que son muchos los expertos que recomiendan incluirlo en la dieta al menos 3 o 4 veces por semana. Entre estos beneficios se encuentran:

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• Facilidad de digestión gracias a su contenido en riboflavina y niacina, dos vitaminas del grupo B que son hidrosolubles. Es decir, que no se almacenan en el cuerpo, sino que se diluyen en agua. Además, estas también ayudan a mantener en buen estado el sistema nervioso y a extraer la energía de los alimentos consumidos.
• Sus propiedades antioxidantes no solo ayudan a retrasar el envejecimiento celular fruto de la edad, sino que también elimina los radicales libres que provocan daños y lesiones en la piel, haciendo que ésta esté más saludable y radiante.
• Previene problemas hormonales como el hipotiroidismo gracias a su contenido en yodo. Esto se produce cuando la glándula tiroides -encargada, entre otras funciones, de la función metabólica- no produce la cantidad suficiente de la hormona tiroidea y la persona afectada experimenta síntomas como fatiga, aumento de peso, dolor de músculos y articulaciones o daños en el cabello y en la piel.
• Su contenido en vitaminas del grupo A y E también ayudan a reforzar el sistema inmunológico y a tener mayores defensas frente a las enfermedades.
• La anemia también es otra enfermedad que puede tratar de minimizarse con el consumo de pescado blanco, tanto por su contenido en hierro como por el aporte de vitamina B12.
• El fósforo es un mineral clave en el funcionamiento del cerebro, así como el yodo. Ambos son minerales que se pueden encontrar dentro de las distintas variedades que forman parte del grupo de pescado blanco.
• También el contenido en fósforo hace que este tipo de alimentos sean indispensables en la alimentación de los más pequeños de la casa, ya que es clave para su desarrollo y crecimiento.
• El calcio es otro de los minerales que destacan en la composición nutricional del pescado blando, importante para tratar de minimizar la osteoporosis.
• También mejora la agudeza visual gracias a que ayuda al desarrollo de los tejidos que forman parte de la retina.
• Para aquellas personas que están siguiendo una dieta para bajar de peso, el pescado clave es un ingrediente básico. Y es que aporta una mínima cantidad de calorías al mismo tiempo que no tiene apenas grasa ni hidratos de carbono.
• Contiene aminoácidos esenciales para el funcionamiento correcto del organismo como ocurre con la lisina o la metionina.
• Sus niveles de ácidos grasos Omega-3 y Omega-6, aunque en cantidades menores que en el caso del pescado azul, también ayuda a la hora de reducir el colesterol en sangre, a regular la presión arterial y a reducir posibles inflamaciones.

¿Cuáles son los pescados blancos?

El pescado blanco se diferencia del pescado azul tanto por sus propiedades como por sus características físicas. Y es que estos suelen ser de origen oceánico y contar con una aleta dorsal. Algunos de los pescados blancos más conocidos son:

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• Merluza: es uno de los más conocidos y se caracteriza por tener un bajo aporte calórico. Además, destacan sus niveles de potasio, fósforo y magnesio, así como de vitaminas muy importantes para la formación de glóbulos rojos.
• Besugo: en él se puede encontrar una importante fuente de vitamina B3, B6 y B12, así como beneficios para el sistema nervioso y para la actividad muscular. Sin embargo, es un pescado que se recomienda evitar a personas afectadas de gota o de hiperuricema por su alto contenido en purinas.
• Bacalao: especialmente rico en zinc, fósforo, selenio y vitamina D, este pescado ayuda a mantener la concentración para elevar el rendimiento a la hora de estudiar o de trabajar.
• Dorada: en su composición destacan los ácidos grasos Omega-3 y Omega-6, ambos recomendados para evitar problemas cardíacos. Además, sus vitaminas y minerales también ayudan a mejorar la digestión y a tener energía.
• Lenguado: es un pescado rico en ácido fólico, esencial en el caso de mujeres embarazadas, así como en hierro, potasio o yodo.